Deliciosa receta de tarta de queso Philadelphia y leche condensada al horno: ¡Sorprende a todos con su sabor irresistible!

Ingredientes

Para hacer esta deliciosa tarta de queso Philadelphia y leche condensada al horno, necesitarás los siguientes ingredientes:

  • 200 gramos de galletas Digestive
  • 100 gramos de mantequilla derretida
  • 500 gramos de queso crema Philadelphia
  • 1 lata de leche condensada
  • 4 huevos
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • Mermelada de frutas al gusto para decorar

Paso a paso

Ahora que tienes todos los ingredientes listos, sigue estos sencillos pasos para preparar esta deliciosa tarta de queso al horno:

Paso 1: Preparar la base de galletas

Primero, tritura las galletas Digestive hasta que se conviertan en migas finas. Puedes hacerlo utilizando un procesador de alimentos o simplemente colocándolas en una bolsa de plástico y aplastándolas con un rodillo. Añade la mantequilla derretida a las migas de galletas y mezcla bien hasta que todos los ingredientes estén completamente incorporados.

Paso 2: Precalentar el horno y preparar el molde

Prepara el horno precalentándolo a 180 grados Celsius. Mientras tanto, toma un molde desmontable de aproximadamente 23 centímetros de diámetro y cubre el fondo con papel de hornear. Esto ayudará a que la tarta no se pegue al molde y sea más fácil de desmoldar una vez que esté lista.

Paso 3: Armar la tarta

Vierte la mezcla de galletas en el molde preparado y presiona firmemente hasta que forme una base uniforme. Puedes utilizar el fondo de un vaso o una cuchara para ayudarte a comprimir bien las galletas. Luego, coloca el molde en el refrigerador durante unos 10 minutos para que la base se endurezca un poco.

Paso 4: Preparar el relleno

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En otro recipiente, mezcla el queso crema Philadelphia con la leche condensada hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Añade los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Finalmente, incorpora la esencia de vainilla y mezcla nuevamente hasta que todo esté bien integrado.

Paso 5: Hornear la tarta

Vierte la mezcla de queso sobre la base de galletas en el molde y alísala con la espátula. La mezcla debe cubrir toda la base y alcanzar aproximadamente 3/4 de la altura del molde. Golpea suavemente el molde sobre una superficie para eliminar posibles burbujas de aire.

Luego, coloca el molde en la rejilla del horno y hornea durante aproximadamente 45 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y firme al tacto. Es normal que el centro tiemble un poco, ya que se terminará de cuajar al enfriarse.

Paso 6: Enfriar y decorar

Una vez que la tarta esté lista, retírala del horno y déjala enfriar completamente a temperatura ambiente. Una vez fría, refrigérala durante al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche, para que adquiera la consistencia deseada.

Para decorar, puedes añadir mermelada de frutas al gusto por encima de la tarta. Puedes utilizar mermelada de fresa, de frutos rojos o incluso de maracuyá para darle un toque especial y colorido. También puedes añadir unas rodajas de fruta fresca para decorar y darle un aspecto apetitoso.

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¿Puedo utilizar otro tipo de galletas para la base?

Sí, puedes utilizar galletas María o cualquier otro tipo de galletas que prefieras. Las galletas Digestive son ideales para esta receta porque tienen un sabor suave y un poco salado que contrasta muy bien con el dulce del relleno.

¿Se puede hacer esta tarta sin horno?

Sí, puedes hacer una versión sin horno utilizando gelatina sin sabor para cuajar el relleno en frío. En este caso, debes seguir las instrucciones del sobre de gelatina para su preparación y añadirlo a la mezcla de queso antes de verterla sobre la base de galletas.

¿Cuánto tiempo puedo conservar la tarta en el refrigerador?

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Esta tarta se conserva muy bien en el refrigerador por varios días. Puedes guardarla en un recipiente hermético y consumirla dentro de los 5 días siguientes a su preparación.

¿Puedo congelar la tarta?

Sí, puedes congelar la tarta tanto sin decorar como decorada. Para congelarla sin decorar, envuélvela con papel film o colócala en un recipiente hermético y guárdala en el congelador por hasta 3 meses. Para descongelarla, simplemente transfiérela al refrigerador y déjala descongelar durante varias horas o toda la noche.

¡Disfruta de esta deliciosa tarta de queso Philadelphia y leche condensada al horno y sorprende a todos con su sabor irresistible!